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Terapia Celular, parte 7

CAPITULO III

ULCERA PEPTICA

        La teoría etiopatogénica de la úlcera gastroduodenal que está más de acuerdo con la realidad, es la de V. Bergmann, que ha sido comprobada por Ars en estudios anatomopatológicos.

        Las emociones, los choques, la fatiga, los trastornos nutritivos, etc., por mediación del sistema nervioso-vegetativo-endócrino, determinan una isquemia temporal de la mucosa, por espasmo vascular o edema local repetido, lo que impide la correcta irrigación sanguínea, y unido a esto en la mayoría de veces, a espasmos de la musculatura gástrica, que dificulta más la irrigación, en individuos predispuestos por la herencia, manifestada ésta por la hipersensibilidad o por signos carenciales, ya sea de determinados compuestos orgánicos o de minerales. El exceso de ácido clorhídrico, con o sin el aumento de la pepsina, y la disminución o falta de protección del moco protector de las mucosas son dos factores más que completan el cuadro para generar las úlceras. Pero que en último análisis, también obedecen a una causa general: la verdadera etiopatogenia de las úlceras gastroduodenales se encuentra fuera de las mucosas afectadas.

        Por lo que se concluye que las úlceras gastroduodenales son enfermedades generales con determinismo local; de lo que se desprende que los tratamientos en boga, con mayor razón los quirúrgicos, sólo resuelven (?) una parte del problema etiopatogénico, dejando latente la enfermedad ulcerosa, que más o menos en determinado tiempo volverá con todos sus signos y síntomas.

        Un tratamiento etiopatogénico sería el que obrara sobre el mayor número de causas, con lo que se lograría efectuar una verdadera curación. Por los resultados obtenidos en enfermos crónicos, ya tratados con los medios clásicos, con complicaciones donde se ven las neoformaciones de tejidos, se demuestra que hasta ahora éste es el más racional de los tratamientos practicados, porque ataca todas las causas conocidas en condiciones especiales que hace más efectiva la terapéutica etiopatogénica.

 

HISTORIA CLÍNICA No. 1.

Sra. A S. de R. de 40 años de edad, 33 kilos de peso, glicemia media 80mg.

        El padre padeció de úlcera del estómago, la madre de un absceso hepático, tuvo dos abortos y un niño muerto al nacer.

        Ha sido constipada y ha tenido en varias ocasiones "infecciones intestinales", tiene 16 años de casada sin tener hijos.

        Debido a un síndrome doloroso abdominal, hace 8 años fué operada por él Sr. Dr. J. Castro Villagrana, comprobando en la operación que el padecimiento era, úlcera duodenal; le hizo gastro-enteroanastomosis el mes de julio de 1940. Por algunos meses hubo ligera mejoría, pero luego se presentaron con alarma de los familiares síntomas mentales esporádicos. A fines del año pasado la enferma digestiva presentaba un cuadro francamente mental y por tal motivo fué llevada a los E. U. El Sr. Dr. León Bader que la reconoció dió los siguientes datos: "Dolores de cabeza, mareos, palpitaciones, dolor abdominal y diarreas; 10 años de esto tenía dolor y vómitos después de los alimentos, por las radiografías y exploración fué operada de úlcera duodenal practicándole Gastro-enteroanastomosis; los vómitos y el dolor disminuyeron en intensidad y frecuencia, pero se presentó entonces diarrea, calambres abdominales, perdiendo 15 libras en unos cuantos meses. Dolor en el epigastrio y en el cuadrante derecho, vómitos continuos de día y de noche, dolores occipitales frecuentes, hipertensión los últimos 10 años, palpitaciones en la noche que le molestan mucho, menstruaciones disminuidas e irregulares. Presión Mx. 230, Mn 110. Hígado sobresale del borde costal y es doloroso. A la radiografia se observa amplia gastroenteroanastomosis; el ciego se observa muy espasmódico. Glóbulos rojos 3.900.000, glóbulos blancos 7.100". Fué tratada con inyecciones de hígado a altas dosis, vitaminas y ácido fólico, mesopin y fenobarbital, mejoró algo continuando la diarrea; tres meses duró este tratamiento. En vista de que se agravó, la internaron en el Hospital del Monte Sinaí, habiendo conseguido mejoría en sus síntomas digestivos, pero agravándose los mentales y por tal motivo: la "pasaron al Hospital Bellevue donde permaneció cerca de un mes, regresando a México".

        El 9 de marzo de este año presentaba: delirio de persecución, alucinaciones auditivas, constantemente oye que la insultan, no come nada porque la quieren envenenar, mareo y dolor de cabeza constantes, ríe sola, siente adormecimientos de pies y brazos, no duerme, no contesta a ninguna pregunta, hay pérdida completa de memoria. Dolor en la región epigástrica, en el colon ascendente y descendente, dolor en el borde hepático. Todos los reflejos tendinosos exaltados. Presión Mx. 170, Mn. 130. Edema en ambas extremidades.

        Síndrome doloroso igual al de la úlcera duodenal que ha producido un trastorno mental del tipo esquizofrenia, con colitis disenteriforme y hepatitis aguda.

 

TRATAMIENTO CON LA TERAPIA CELULAR.

- 20 U. de insulina por vía endovenosa;

- 4’–3’–acetilamino–3’–glucoamino–4’–oxiacetate de sodio arsenobenceno,
- dextrosa 10g y
- agua 100cc,
para inyectar 1cc de esta solución;

- bromuro de calcio 350mg,
- gluconato de calcio 120mg
- formiato de calcio 50mg
en solución dextrósada al 50%, 20cc;

bromuro de magnesio 250mg,
Vit. Bl 20mg,
B2 y B6 6mg,
Nicotinamida 40mg,
ácido ascórbico 100mg
en solución dextrósada al 50% con 5cc de hidrolizado de caséina al 5% en jeringá de 20cc;

- tartrobismutato de sodio y potasio 100mg,
- triftófano 20mg,
- clohidrato de histidina 20mg,
- foliculina y 50,000 U,
- testosterona 25mg;
estos últimos medicamentos por vía intramuscular.

        A la repetición del Cambio de las Constantes físico-químicas, ingirió sales de bismuto y aluminio con ácido nicotínico.

        Después de 20 aplicaciones parecidas a la anterior, la enferma ha aumentado 6kg, sin ningún síntoma mental, sólo tiene ligera constipación, come toda clase de alimentos, cuando se excede siente alguna flatulencia; el peso antes de todos sus padecimientos era dé 42kg; ahora es da 48kg.

 

HISTORIA CLÍNICA No. 2.

Sr. L. D. D., de 57 años, con 68 kilos dé peso, glicemia media de 75mg.

        El padre murió de una lesión cardiaca; la madre de cáncer de la laringe, anteriormente histerectomizada, por cáncer de la matriz; una hermana murió de cáncer del seno.

        No hay ni alcoholismo ni tabaquismo; tiene cinco hijos sanos; siempre ha tenido una vida moderada e higiénica. No recuerda haber tenido ninguna enfermedad grave que le haya impedido dejar sus ocupaciones; no tiene antecedentes luéticos ni quimicos.

        El 29 de mayo de 1943 se presentó este enfermo, dando los siguientes datos: hace 14 años le comenzó un ligero dolor en el epigastrio 4 o 5 horas después de las comidas. Al principio sin ninguna irradiación, principia con sensación de vacío y se le quita volviendo a ingerir alimentos o alcalinos. Períodos de tres a seis meses sin dolor, alternados con dos o tres meses de estos síntomas. En este lapso son cotidianas sus molestias. En los últimos años las crisis dolorosas eran muy intensas con irradiaciones hacia la región lumbar "como si le atravesaran una barra" según’ expresión del enfermo, obligándolo a guardar cama. Coincidiendo con la éxacerbación del dolor la presentación de vómitos mucosos, muy agrios y escasos que le destemplaban los dientes y calmaban el dolor; eran precedidos de sialorrea; nunca hubo hematemesis, pero hubo melena.

        En agosto de 1940 el estudio radiológico del Sr. L. D. D., solicitado por el Dr. Felipe Aceves Zubieta dice: "... Bulbo duodenal: de poca capacidad; su repleción es irregular en los dos vértices; en la región del genu superior se advierten emisiones pseudo-diverticulares. Hay imagen de nicho en la base del bulbo. El tránsito por el bulbo y arco duodenal se hace lentamente.

Interpretación: ULCERA DEL BULBO DUODENAL. Respetuosamente Dr. Andrés Villegas".

        Días antes de comenzar con este tratamiento se mandó tomar otra radiografía cuyos resultados fueron: "Dr. Guido Torres Martínez, Londres 13, México, D. F., 8 de junio de 1943. — Informe del estudio radiológico del estómago y duodeno efectuados al Sr. L. D. D.. . . Duodeno: Bulbo duodenal: deformado constantemente, con un nicho pequeño en su base, por el borde inferior. — Dolor a la palpación: sí hay en el sitio del nicho. — Tránsito duodenal lento.

Interpretación: estómago pequeño, sin que se observe en él anormalidad. Ulcera duodenal... Dr. G. Torres Martínez."

        Clínica y radiológicamente este enfermo tiene ULCERA DUODENAL. Estuvo sometido durante varias épocas a curas de reposo, dietas, medicación alcalina e inyecciones de Histidina; mientras duraban los medicamentos sentía alguna mejoría en alguno de sus síntomas, o por temporadas de pocos meses parece que desaparecían todos; pero manteniendo además reposo físico e intelectual.

        Como veinte días antes de aceptar esta forma nueva de tratamiento se agudizó todo su cuadro. Se mandó hacer el último estudio radiológico cuyos resultados fueron entregados el 8 de junio.

        El 10 de junio de 1943 se le hizo el primer tratamiento de la Terapia Celular. Desde los 19 minutos en que comenzó a experimentar el Cambio de sus Constantes Físico-químicas Sanguíneas, manifestadas por la palidez, sueño, indiferencia, disminución del número de pulsaciones, etc. Principió francamente a desaparecer el dolor que antes era muy intenso, de tal suerte, que a los 30 minutos en que presentaba sudor copioso, cierto estado de inconsciencia, además de todos los síntomas y signos ya conocidos y que le fueron aplicados los medicamentos curativos siguiendo la técnica aquí descrita. Del dolor, sólo subsistió un ligero reflejo, que desde entonces le permitió comer toda clase de alimentos ya con cierta regularidad. Desde la tercera aplicación de la Terapia Celular, todos los signos y síntomas del mal desaparecieron. A partir de esa fecha se completaron 8 aplicaciones que fueron hechas con mucha irregularidad, al cabo de las cuales el enfermo aumentó 20kg. Ha tomado con cierto exceso bebidas alcohólicas y no ha tenido el menor reparo en elegir sus alimentos. Por estas causas se consideró curado y abandonó este sistema curativo antes de haber sido dado de alta.

Los medicamentos suministrados en la primera aplicación fueron:

- 25 U. de Insulina por vía endovenosa;

- 4’–3’–acetilamino–3’–glucoamino–4’–oxiacetate de sodio arsenobenceno,
- dextrosa 10g, y agua 100cc, para inyectar 3cc, de esta solución;

- bromuro de calcio 350mg,
- gluconato de calcio 120mg,
- y formiato de calcio 50mg,
en solución de dextrosa al 50% en una jeringa de 20cc,

y otra jeringa de la misma capacidad con
- Vitamina B1 20mg,
- Vitamina B2 6mg,
- Vitamina B6 6mg,
- Nicotinamida 40mg,
- ácido ascórbico 100mg,
en solución de dextrosa al 50%;

- Foliculina 50.000 U.
- Tartrobismutato de sodio y potasio 100mg,
- y clorhidrato de histidina 200mg,
en solución de dextrosa al 5%,
Estos tres últimos medicamentos para ser aplicados por vía intramuscular.

        A la segunda presentación de los cambios constantes físico-químicas sanguíneas se le administró al enfermo ácido nicotínico 250mg, sales de bismuto y aluminio en una bebida endulzada.

        Desde la tercera aplicación de este sistema curativo de hecho todos los signos y síntomas desaparecieron; con grandes dificultades hicimos que en marzo de 1945 en el I.M.S.S., le practicaran el estudio radiológico, cuyo resultado fué: "... no se aprecian signos de ulceraciones, ni en el estómago ni en el duodeno..."

        En los primeros días de febrero de este año presentó un síndrome doloroso con caracteres parecidos a los de su enfermedad anterior, por este motivo el 24 de febrero se le hizo una enérgica aplicación de la Terapia Celular, aumentando la dosis de los arsenicales, añadiendo hidrolizados de caseína y sales de magnesio por vía venosa y triftófano por vía muscular.

        Teatralmente desaparecieron todos los síntomas en el término de una hora; a partir de esa fecha ha vuelto a su vida de costumbre; en el Hospital de la Nutrición le hicieron los estudios clínicos y radiológicos cuyos resultados transcribimos: "12 de abril, 1948... en este estudio no se observa la existencia de nicho... Dr. J. Deschamps". "6 de mayo, 1948. Impresión Radiológica: Estómago y duodeno NORMALES. Dr. J M. Falomir". "6 de agosto, 1948. Impresión Radiológica: Discretísima hipertrofia de los pliegues de la mucosa duodenal, sin que exista prácticamente deformación alguna.— Dr. Falomir". Hizo el estudio clínico el Dr. Horacio Jinich y fué dado de alta por encontrar cicatrizadas las úlceras duodenales.

 

HISTORIA CLÍNICA No. 3.

Sr. F. R. de 57 años, 54 kilos de peso, glicemia media de 80mg.

        De niño tuvo solitaria de 11 metros y varias veces padeció de disenterías.

        Hace más de 5 años comenzó con una sensación "como de aire en el estómago", más tarde y sin causa aparente, en el mismo sitio le vino dolor que sólo mejoraba a veces comiendo. O le provocaba náuseas y vómitos componiéndose también en esta forma; estos eran amarillo-verdosos. Los diversos tratamientos no lo mejoraron. Los primeros estudios radiológicos no dicen nada acerca de algún padecimiento gástrico o duodenal: "...se observa deformidad de la primera porción de duodeno, con defecto de llenado. (Esto puede ser debido a adherencias periduodenales) ... Dr. L. Deschamps". En la actualidad tiene además del dolor y los vómitos: muy buen apetito, eructos muy calientes que le queman todo el trayecto digestivo, mucha flatulencia que aumenta después de todos los alimentos, muy constipado, cefalea más del lado derecho y con frecuencia dolores reumáticos en diversas partes del cuerpo, palpitaciones que a veces no lo dejan dormir, astenia general, catarro nasal frecuente acompañado de tos seca y de disnea.

        Durante 5 años ha sido sometido a las diversas terapéuticas en uso; pero a pesar de ellas todos los síntomas han aumentado en forma alarmante.

        En los diferentes exámenes coprológicos no se encuentra ningún parásito y sus reacciones luéticas siempre han sido negativas.

        Presenta a la exploración: pupila derecha más grande, lengua muy saburral, dolor intenso provocado por la palpación en toda la región epigástrica, dolor en el punto vesicular, que aumenta con las inspiraciones profundas, el hígado se percute y palpa grande y doloroso, la zona del bazo es mate en mayor proporción que lo normal.

        En ambas bases pulmonares hay estertores silbantes, más en la derecha y es mate.

        Tensión arterial: Mx. 120, Mn. 70.

        Radiológica y clínicamente es un caso de úlcera duodenal con adherencias por periduodenitis con bronquitis crónica y hepatitis crónica.

        En noviembre de 1947 comenzó el tratamiento por la Terapia Celular, como en todos estos casos, desde la primera aplicación comenzaron a desaparecer todos los síntomas. Fueron 20 aplicaciones, una por semana para darlo de alta por curación. Lleva ahora una vida como antes de su enfermedad con todas sus actividades y comiendo toda clase de alimentos.

        Como todos los enfermos ulcerosos gástricos o duodenales, a la media hora de la aplicación de la hormona pancreatica, presentaba los signos y síntomas evidentes del Cambio de las Constantes Sanguíneas y a los 33 minutos, en vista de su intensidad, le fueron aplicados:

- 4’–3’–acetilamino–3’–glucoamino–4’–oxiacetate de sodio arsenobenceno,
- dextrosa 10g,
- agua 100cc,
para inyectar 2cc de esta solución;

- Gluconato de calcio,
- Formiato de calcio
- y bromuro de calcio 800mg,
en solución al 50% de dextrosa 20cc

y otra jeringa de la misma capacidad, con
- Bromuro de magnesio 500g, más
- Vitamina B1 200mg,
- Vitamina B2 6mg,
- Vitamina B6 6gm,
- Vitamina Vit. C 100mg.,
- Nicotinamida 40mg,
en solución dextrosada, al 50%;

- Tartrobismuto de sodio y potasio 100mg,
- Triftófano 20mg,
- Histidina 200mg,
- Paratiroides 20 U. Collip y
- Foliculina 50.000 U. I.;
estos 5 medicamentos por vía intramuscular.

        A la presentación, por segunda vez, del Cambio de las Constantes Sanguíneas, se le administró sales de bismuto y aluminio con ácido nicotínico 250mg, en agua endulzada.

        No hubo variación en la dosis de los medicamentos. Desde el principio la dosis de insulina fué de 25 U. I. por vía endovenosa. El promedio de tiempo en que comenzó a sentir el enfermo el Cambio de las Constantes físico-químicas, fué de 27 minutos en los primeros tratamientos y 34 minutos cuando ya el Cambio era completo, es decir, el Momento Terapéutico: el promedio en los últimos fué de 31 minutos para el comienzo y 46 para el Cambio completo.

        Se ha observado que conforme va mejorando el enfermo de sus síntomas ulcerosos, va siendo menos sensible a la acción de la hormona pancreática, cuando se trata de pacientes en donde no hay complicaciones; en ellos se puede ver bien esta variación en el tiempo.

 

CONCLUSIONES

        La hormona del páncreas produce una serie de cambios bio-fisicos-químicos en la sangre y seguramente en la intimidad de cada célula, que cambia su metabolismo general, y aprovechando este movimiento, se modifican, probablemente todos los componentes celulares y sufren después un nuevo acomodo, como lo demostraremos en otro capítulo.

        Se produce un profundo disfuncionamiento endócrino lo que favorece la inhibición o la excitación de ciertas funciones hormonales.

        Como se modifica el medio humoral por el cambio del pH sanguíneo, hay cambio en las secreciones digestivas y cambio en todos los fenómenos discrásicos.

        Los enfermos con gastritis, úlceras y cánceres gastroduodenales, son extremadamente sensibles al efecto de la insulina. Podemos asegurar que de esa manera cualquier diagnóstico se aclara hasta ser exacto. Todos son insulino-sensibles.

        Muchos enfermos mentales tienen como síntomas prodrómicos padecimientos gastroduodenales.

        Ampliando el campo de aplicación de la insulina, debemos decir que es en los padecimientos gastroduodenales donde demuestra superioridad a los tratamientos médicos consagrados y a todos los quirúrgicos; pero no como tratamiento de fondo sino unicamente aprovechando los cambios bio-físico-químico sanguíneos que produce.

        Otros agregados medicamentosos a la terapéutica gastroduodenal en uso, son: el arsénico trivalente y los hidrolizados.

        Todos los enfermos tratados con este sistema han sido sometidos anteriormente a todas las terapéuticas conocidas, teniendo hasta la fecha cerca de cien por ciento de curación; lo que significa que serían todos curados si en cuanto se hace el diagnóstico se les aplicara la Terapéutica Celular.

        En todos los casos desaparece o casi desaparece inmediatamente el dolor.

        Ninguno de los enfermos curados con este sistema se sujeta a dieta o regimen especial.

        Dentro de las veinticuatro horas siguientes, hay cefalea, fiebre no muy elevada, y astenia general; estos son los síntomas máximos presentes; en ningún caso peligra la vida del enfermo.

        De 1943 a la fecha 1953, han sido sometidos a la Terapia Celular 38 enfermos con úlceras gastroduodenales bien diagnosticadas.

 

ARSÉNICO TRIVALENTE, ÁCIDO ASCORBICO, FOLICULINA, TESTOSTERONA, HIDROLIZADOS PROTEICOS Y LOS AMINO ÁCIDOS TRIFTOFANO E HISTIDINA, EN EL TRATAMIENTO DE LA ULCERA.

        Seguramente no es la acción treponemicida del arsénico la que obra en los ulcerosos; debemos explicar sus buenos resultados por los hechos siguientes: la acción congestiva inmediatamente a su aplicación, sobre todo cuando es por vía endovenosa. Este efecto lo vemos bien claro en las crisis nitritoides. Los primeros y principales síntomas son siempre congestivos y en gran número de veces lo refiere el enfermo al estómago, pues la sensación de malestar es epigástrica. Comprobado esto por los vómitos que a veces alivian o componen el mal.

        Sir James Sayoyer encontraba ventajoso su uso en las gastralgias producidas por hiperchloridia. Los antiguos terapeutas empleaban el arsénico en toda clase de anemias, dizque con muy buenos resultados; ahora al hígado y al ácido fólico les ha tocado su turno. El arsénico aumentaba la nutrición e impedía la desmineralización del organismo; todavía se continúa utilizando como tal, sin ser el medicamento preferido.

        Uno de los primeros enfermos ulcerosos en que comenzamos a utilizar el arsénico era a la vez sifilítico y por tal motivo, procuramos hacer las combinaciones químicas que al mismo tiempo curaban ambos males. De aquí partió su empleo sistemático en los padecimientos ulcerosos en los cuales el enfermo no tiene ningún antecedente de lúes. Debido a que en todos los casos en que hemos empleado el arsénico los signos y síntomas desaparecen ostensible y rápidamente. Suprimimos el arsénico para comprobar si en realidad tenía acción benéfica en los ulcerosos; pero los resultados no fueron tan satisfactorios, por lo que ahora afirmamos que es uno de los medicamentos básicos en la curación de la úlcera gastroduodenal. Un último y definitivo experimento realizamos en un paciente: después de recibir la Terapia Celular y quedar aparentemente sano de una úlcera duodenal permaneció por algunos años sin ninguna molestia, cometiendo todo género de desarreglos; y un mal día comenzó con un intenso dolor peculiar, ya conocido por él, igual al de la úlcera duodenal; estudiamos su historia clínica anticipándole que iba a experimentar elevada fiebre, este fué el único de los medicamentos que tuvo variación; el resultado benéfico fué instantáneo, en su misma cama antes de levantarse desaparecieron todos los síntomas. Días después fué estudiado en el Hospital de la Nutrición y las conclusiones radiológicas y clínicas fueron de que las de úlceras del duodeno estaban completamente cicatizadas. Ver historia clínica No. 2. Si no fuera por los trastornos propios que producen los arsenicales, la curación con altas dosis de este medicamento sería casi instantánea. Bien justificado encontramos su empleo en toda clase de úlceras gastroduodenales.

        Eatschow llama la atención sobre el benéfico resultado de la foliculina que acostumbra regularmente poner por vía intramuscular comenzando con un miligramo y llega hasta cinco, tanteando la susceptibilidad del paciente, cada tercer día.

        También la hormona sexual masculina encuentra ahora mucha aplicación en las úlceras, pues algunos autores sostienen que mejora la circulación periférica, así como la de los órganos internos, debido a que suprime los espasmos de las arteriolas y los capilares.

        Weiss y Aron atribuyen a una carencia de aminoácidos, las lesiones ulcerosas gastroduodenales que se presentan en el cien por ciento de los perros en experimentación que se les deriva del contenido duodenal al íleon terminal. Las inyecciones de triftófano e histidina han impedido la evolución o la aparición de la úlcera. En cambio todos los perros testigos mueren sin excepción por falta de estos aminoácidos cuya acción es el aumento del moco gástrico, que produce la inyección de estas sustancias. Además, el triftófano y la histidina aceleran la cicatrización de cualquier lesión. A ambos aminoácidos se les atribuye una acción sedante general, quizá por la hiperproducción de moco. Son vasodilatadores, lo que impide los espasmos indirectamente y son material específico de reparación celular.

        El éxito terapéutico obtenido con la administración de los aminoácidos no siempre significa que el organismo sufra carencia o deficiencia de éstos. Puede ser que sólo aumenten los elementos nitrogenados en general; permitiendo así la síntesis de otros aminoácidos que son en ese momento patológico necesarios al organismo.

        La hematina y la globina constituyentes de la hemoglobina, encierran en su estructura un grupo tetrapirrólico y imidazolidina. Como los núcleos pirrol y imidazol no son sintetizables por el organismo y forman parte del triftófano y de la histidina respectivamente, con estos aminoácidos se han obtenido aumentos notables de hemoglobina y de glóbulos rojos; por lo que las indicaciones terapéuticas se encuentran donde haya carencia de sangre, como sucede en los ulcerosos.

        En no pocos ulcerosos deben inyectarse los diez aminoácidos llamados esenciales; esto debe hacerse cuando no hay franca respuesta a la histidina y al triftófano.

        Otro de los medicamentos coadyuvantes es el ácido ascórbico que va asociado a las otras vitaminas y se aplica por vía venosa.

 

ESTENOSIS PILÓRICAS CURADAS SIN INTERVENCIÓN QUIRÚRGICA

        Ahora que la cirugía ha llegado a su mayor esplendor, presentamos estos trabajos sobre el tratamiento de las ESTENOSIS PILÓRICAS, que siempre han sido tratadas quirúrgicamente, debido a su índole mecánica. Sólo pensar que haya otra forma de resolverlas, que no sea la quirúrgica, parece una aberración; pero los hechos que vamos a referir demuestran que el tratamiento médico que llamamos Terapéutica Celular, tiene mayores ventajas, porque: no hay los peligros del choque quirúrgico, no hay peligro de complicaciones post-operatorias, no existe ninguna dieta ni los cuidados especiales que siempre tienen que seguir por el resto de la vida estos operados. Las observaciones que en más de 6 años llevamos hechas de los enfermos más graves, nos obligan a pensar que así debe suceder en la mayoría de los casos tratados con este sistema.

        La Estenosis se produce por obstrucción en la luz del piloro, en las paredes o en los contornos de éstas.

        Un cuerpo extraño, una vegetación pediculada, en la luz del piloro; las lesiones de la pared por lo regular de origen canceroso; y las más frecuentes: las causadas por úlceras duodenales, prepilóricas, yuxtapilóricas y duodenopilóricas.

        No hablaremos de las que provienen por causas extrínsecas.

        La Estenosis Pilórica, consecuencia casi siempre de un proceso ulceroso o neoplástico del duodeno, son las más frecuentes y a éstas nos vamos a referir.

        La luz del canal puede obstruirse de 1 a 10cm; siempre es excéntrica y deja pasar cierta cantidad de líquido; cuando se inicia la obstrucción, el músculo gástrico exagera su peristaltismo, luego se fatiga y por fin viene la atonía, el quilo se acumula en el fondo gástrico y hace que se distiendan las paredes del estómago, a veces llegando a enormes dimensiones.

        Radiológicamente se diferencia la ptosis gástrica de la dilatación por estenosis, porque en la primera, el estómago toma la forma casi esférica, su diámetro vertical es mayor respecto al transverso; en cambio en la estenosis, la forma es de media luna y el diámetro transverso es mayor que el vertical, los movimientos peristálticos son casi nulos y a medida que progresa la estenosis van desapareciendo hasta ser nulos.

        Mencionamos primero el estudio radiológico por ser el que siempre hace o aclara el diagnóstico.

        El síntoma que generalmente abre la escena, es la sensación de tensión gástrica que experimenta el enfermo, acentuándose ésta a las dos o tres horas después de tomar los alimentos; rápidamente se transforma en un calambre doloroso, que casi siempre es mitigado por la ingestión de algún alimento o algún alcalino. Continúan las nauseas y por fin los vómitos, primero de liquido agrio para volverse en último término de alimentos que se presentan entre las 4 y 7 horas después de ingerirlos, produciendo estos vómitos en el enfermo un gran alivio. Como consecuencia es común la constipación rebelde con algunas alternativas de falsa diarrea. Cuando se ha llegado a este estado local, el estado general ha sido grandemente afectado: astenia general, palidez y adelgazamiento profundos.

        Sintetizada clínica y radiológicamente, la ESTENOSIS PILORICA, vamos en seguida a referirnos a los casos tratados con la Terapéutica Celular.

        Todos los pacientes tratados, son ambulatorios y por lo tanto, su control ha sido muy difícil. Por este motivo vamos a presentar unos cuantos que son los que están perfectamente estudiados.

 

HISTORIA CLÍNICA No. 1.

Señor C. M., de 66 años de edad, 56kg de peso, y 90mg de glicemia; ocupación: campesino. Mayo 1944.

        No tiene antecedentes personales ni patológicos de importancia.

        Hace más de 30 años tiene trastornos digestivos indefinidos. En los últimos 20 años ha consultado a muchos médicos. A pesar de las medicinas indicadas para sus males, de 5 años a esta fecha se han establecido como síntomas principales: dolor intenso en la boca del estómago que desde hace más de 1 año se acompaña de vómitos que vienen después de una hora de haber ingerido los alimentos. Al principio, eran agrios, y últimamente son de alimentos; a veces son nocturnos, precedidos de dolor, el que desaparece junto con los vómitos al expulsar los alimentos que tomó durante el día. A veces con olor y sabor fétidos. Últimamente, los dolores han sido más intensos y ha tenido sensación como de estiramiento, de calambre o de desgarradura, mejorando como al principio, con la salida por la boca, del contenido gástrico. Los vómitos han sido incoercibles, no obedeciendo a ninguno de los medicamentos indicados; el dolor es continuo y escasamente lo deja dormir una hora diaria, desde hace 7 meses. Ha dejado de evacuar el intestino por períodos hasta de 15 días; lo regular es que cada 8 días se consiga alguna evacuación con enema.

        El adelgazamiento es ostensible, ha perdido 20kg en estos últimos 7 meses; la astenia es profunda, el aspecto general es el de un enfermo muy grave.

        Forma muy irregular del vientre, la parte que está arriba del ombligo se encuentra muy dilatada, se ve abombada; la que está abajo, se aproxima a la forma de batea; la parte superior se palpa dolorosa y con defensa muscular. En ambos lados la cuerda cólica se palpa perfectamente; meteorismo marcado en la parte superior del abdomen y mate en la inferior. Con las maniobras de exploración se escaban más los ojos, más jalados los trazos de la cara, más afilada la nariz, en fin, la facies es claramente peritoneal.

        La respiración es superficial y acelerada, 25 respiraciones y 106 pulsaciones por minuto; tensión arterial máxima 125, mínima 70.

        El estudio radiológico dice: "...fuerte dilatación gástrica sobre todo al nivel del antro, con alargamiento pronunciado del estómago; el diámetro transversal del estómago es mucho más grande que el vertical. Abundante liquido en ayunas. En la radiografía tomada en la posición de pie se notan deformaciones de la curvatura menor que no son persistentes. A la octava hora, casi todo el bario se encuentra en el estómago, habiendo pasado al intestino una pequeña cantidad... Apreciación radiologica: ESTENOSIS PILORICA AVANZADA. La causa de dicha estenosis no se percibe radiológicamente, pudiendo ser de origen ulceroso, neoplástico, etc... Dr. José Ramírez Ulloa." Ver radiografías.

        La fuerte dilatación gástrica, con predominio del diámetro transverso sobre el vertical, la permanencia del bario por más de ocho horas, la pequeña cantidad de bario que pasó al intestino, son datos radiológicos concluyentes para diagnosticar ESTENOSIS PILORICA AVANZADA, corroborando el diagnóstico clínico.

        Cada cinco días se le hizo la aplicación de este sistema médico curativo denominado Terapia Celular... Desde la tercera aplicación hubo franca mejoría; a la cuarta, desaparecieron los vómitos, disminuyó mucho el dolor y comenzó a evacuar el intestino. Esta mejoría permitió que cada 8 días se le aplicara el tratamiento. Fueron 7 aplicaciones las que recibió en total; todas sus funciones digestivas se regularizaron, sintiéndose sano y habiendo aumentado 10kg de peso en dos meses, que fué el término de la curación. Sin haberlo dado de alta y por lo tanto sin previo reconocimiento, dejó de curarse.

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        Cuatro años y medio después, se hizo presente y para corroborar su estado de salud del que venía haciendo gala, se le hizo el estudio radiológico con el siguiente resultado; "Sr. C. M... Ha desaparecido la fuerte dilatación gástrica, sobre todo al nivel del antro... Ahora la cámara de aire es normal... El líquido en ayunas es escaso... Desaparecieron las deformaciones de la curvatura menor... Se observa un divertículo duodenal persistente en todas las radiografías... Algunos espasmos gástricos cerca del bulbo duodenal... El bario atraviesa bien el duodeno, lo que ha permitido la observación del divertículo. Dr. José Ramírez Ulloa." Ver radiografías.

        Clínica y radiológicamente el enfermo tenía ESTENOSIS PILORICA AVANZADA por úlcera duodenal; a los cuatro años después de haber recibido un tratamiento incompleto de la Terapia Celular, se comprobó que la ESTENOSIS PILORICA AVANZADA, HABÍA DESAPARECIDO, CLÍNICA Y RADIOLÓGICAMENTE.

 

HISTORIA CLÍNICA No. 2.

Sr. A. V., de 35 años de edad, con 62kg de peso, 78mg de glucosa sanguínea, empleado; el 4 de junio de 1946 fué reconocido.

        Tuvo paludismo terciario durante dos meses; gonorrea y chancros sifiliticos, las reacciones luéticas han sido siempre positivas en la sangre, a pesar de que durante 5 años continuos ha sido tratada su lúes intensa y metódicamente; en marzo de este año, la reacción de Kahn en el L. C. R. fué positiva con ligero aumento de albúmina.

        Desde antes de las reacciones positivas de la sangre, es decir hace más de 5 años, al ingerir determinados alimentos le producían dolor intenso en el estómago, con algún alcalino se le quitaba. En los últimos meses ha cambiado: es más intenso antes de las comidas y los alimentos lo hacen desaparecer, lo que ha motivado que cada momento tome alimentos para mitigar el dolor, pues además se ha vuelto constante.

        Hace 22 días ni la ingestión de alirnentos le produce alivio y se ha generalizado el dolor en todo el vientre; la estación de pie también lo aumenta. Siempre tiene meteorismo, aumenta con lo que ingiere; la expulsión de gases lo alivian, pero su salida le produce intenso dolor rectal. En un mes ha perdido 11kg y las fuerzas.

        El vientre se ve abultado por el meteorismo, dolor generalizado con la palpación, hay defensa muscular; se palpa el bordes del hígado y es doloroso, la zona esplécnica es grande. Tensión arterial Mx. 110, Mn. 65.

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        El estudio radiológico dice: "... en la región pilórica hay una deformación muy notable, por defecto de replesión, que abarca también el bulbo duodenal y la primera porción del duodeno; la imagen radiológica del bulbo está limitada por un DELGADO CORDON que corresponde a la pequeña curvatura del órgano, habiendo desaparecido el resto de la imagen, este cordón, presenta en su borde inferior, forma escotada, dando un aspecto paraciclico. La primera porción del duodeno se presenta en forma irregular de bordes festoneados o destellados. A la presión manual hay dolor localizado a esta región... úlcera duodenal ESTENOSANTE con proceso carcinomatoso de la región pilórica del estómago, bulbo duodenal y primera porción del duodeno... Dr. Manuel Herrera Sobreyra". Ver radiografías de A. V.

        La marcha clínica progresiva y rápida y los datos radiológicos nos manifiestan que se trata de ESTENOSIS PILORICA, motivada por un proceso carcinomatoso del duodeno, en terreno sifilítico.

        De acuerdo con la norma establecida en esta terapéutica, le fueron aplicadas 30 U. de insulina por vía venosa; a los 35 minutos se iniciaron los síntomas hipoglicémicos, pero desaparecieron después de algunos minutos; se le volvieron a aplicar, a la hora, 25 U. más, sin obtener los síntomas deseados; a los 45 minutos nuevamente se le aumentaron 20 U.; 20 minutos después de la tercera inyécción comenzó con todos los síntomas claros del Cambio de las Constantes Sanguíneas y a los 28 minutos de que había llegado al máximo, que es el Momento Terapéutico buscado. Se le aplicó por vía venosa:

- 4’–3’–acetilamino–3’–glucoamino–4’–oxiacetate de sodio arsenobenceno;
- Dextrosa 10g,
- Agua 100cc,
para inyectar 4cc. de esta solución, más

- Gluconato de calcio 1g,
- Bromuro de calcio 1g,
- y formiato de calcio 1g,
en solución dextrosada al 50%, 20cc;

- Bromuro de magnesio 500mg,
- Vitamina B1 20mg,
- Vitamina B2 6mg,
- Vitamina B6 6mg,
- Vitamina C 100mg,
- nicotinamida 400mg,
en solución dextrosa al 50% 10cc
- y solución al 5% de hidrolizado de caseína 10cc, hasta completar 20cc;

- Tartrobismuto de sodio y potasio, 100mg,
- Triftófano 20mg,
- Histidina 200mg,
- Paratiroides 40 U. Collip,
estos últimos medicamentos por vía intramuscular.

        A la segunda presentación de los síntomas del Cambio de las Constantes, sales de bismuto y de aluminio con ácido nicotinico 250mg, en agua endulzada.

        Cada 5 días le fué aplicado este tratamiento y como en los tres primeros comenzó a sentirse francamente mejorado, a partir del tercero, se le hicieron cada 8 días; pero el efecto irregular observado desde la primera aplicación, se normalizó hasta el sexto tratamiento. En los 3 últimos, se le suministró por vía venosa, 90 U. de insulina; el promedio de tiempo para iniciarse los síntomas, fué de 40 minutos y de 73 minutos cuando éstos llegaban a su mayor intensidad. Fueron en total, 10 aplicaciones, sintiéndose sano completamente, pues ingería toda clase de alimentos sin la menor molestia. Sin el control radiológico o clínico, dejó de tratarse.

        El 26 de abril de 1948, es decir 2 años después, se hizo presente el Sr. A. V., con una apariencia de perfecta salud, sólo venia a dar las gracias por encontrarse perfectamente sano. Le rogamos se dejara tomar algunas radiografías, prometió hacerlo; éste, como todos los enfermos ambulatorios, en cuanto mejoran, abandonan toda clase de tratamientos. En octubre de 1948, 2 años y medio después, nos mandó una carta, de la cual entresacamos los siguientes párrafos: ".... me salvó la vida, ya que la opinión de varios médicos de distintas partes disponían que era necesaria la operación inmediata... en el estado en que me presenté con usted sólo pesaba 62 kg., siendo mi peso normal 84kg, las radiografías que eran una serie de 6, en cada una manifestaban úlcera duodenal ... con el primer tratamiento que recibí me sentí mejor y así sucesivamente fué mi salud mejorando, y cuando había sido tratado 10 veces ya estaba completamente bien, y de peso lo mismo, hasta llegar a pesar 92kg... A. V."

        La supresión completa de todos los trastornos digestivos, el aumento notable de peso y la vuelta a la actividad normal del sujeto, después de más de 2 años y medio, nos obliga a pensar que quedó restaurada la comunicación pilórica, de tal suerte, que se puede dar por sano este enfermo, sin la intervención quirúrgica de rigor, en estos casos.

 

HISTORIA CLÍNICA No. 3.

Sr. F. P. G., de 56 años de edad, 55kg de peso, glicemia media 70, militar, diciembre de 1944.

        El padre murió de un padecimiento intestinal, la madre de uno gástrico indefinido; la esposa tuvo dos abortos y viven dos hijos sanos.

        Durante muchos años tomó grandes cantidades de bebidas alcohólicas; tiene antecedentes francos de lúes contraída, que ha sido tratada intensamente, hasta volver negativas las reacciones y hacer desaparecer todos los síntomas.

        En febrero de 1942, tuvo peritonitis, por apendicitis aguda, que le fué tratada y curada por la Terapia Celular, recuperó 12kg que había perdido. Para comprobar el estado en que quedó después de este tratamiento, se le hizo laparatomia, encontrando un apéndice flotante, sin ninguna lesión macroscópica.

        En diciembre de 1943, intempestivamente sintió un dolor intenso en el epigastrio, con náuseas y molestias generales, que no cedieron a ningún medicamento. Por ir en aumento su mal se presentó al Hospital Central Militar; el Sr. Dr. Mario Quiñones hizo el estudio clínico, y el radiológico, el Sr. Dr. C. Gómez del Campo. Las conclusiones de ambos fueron: "ULCERA DUODENAL ESTENOSANTE, requiere la intervención quirúrgica inmediata..."

        Al parecer sin antecedentes dispépticos, apareció intenso dolor epigástrico con náuseas, seguido al mes, de vómitos, primero agrios, más tarde acuosos, quemantes para volverse después de alimentos, que repetían a las 5 horas después de haber tomado el alimento, todavía con restos alimenticios de muy mal olor. Cerca de dos meses estuvo sometido a calmantes que ya no mitigaba el dolor. Pérdida de fuerzas y adelgazamiento general, fueron el resultado de estos dos meses de estado agudo.

        Facies peritoneal, individuo muy adelgazado y pálido, denota francamente dolor. Vientre muy meteorizado, con defensa muscular o simplemente tensión abdominal, al palpar se dibujan movimientos peristáliticos que producen dolor, seguidos de expulsión de gases, con lo que logra el enfermo algún alivio.

        Durante la maniobra de exploración tuvo el enfermo unos vómitos de olor butírico.

        El 11 de marzo de 1944, se le hizo la primera aplicación de la T C., con los siguientes medicamentos: 

30 U. de insulina, por vía intravenosa;

- 4’–3’–acetilamino–3’–glucoamino–4’–oxiacetate de sodio arsenobenceno;
- dextrosa 10g,
- agua 100cc,
para inyectar 6cc de la solución;

- Bromuro de calcio 350mg,
- Gluconato de calcio 120mg,
- Formiato de calcio 50mg,
en solución dextrosada al 50%, hasta completar 20cc;

otra jeringa de 20cc, conteniendo:
- Vitamina B1 20mg,
- Vitamina B2 6mg,
- Vitamina B6 6mg,
- Nicotinamida 40mg,
- Ácido ascórbico 100mg,
en solución dextrosada al 50%;

- Clorhidrato de histidina 200mg,
- Triftófano 20mg,
- Foliculina 50.000 U.,
estos tres últimos medicamentos para ser aplicados por vía intramuscular.

        A la segunda presentación del Cambio de las Constantes Físico-Químico Sanguíneas, sales de bismuto y de aluminio con 250mg de ácido nicotínico en agua endulzada.

        Desde la primera aplicación en forma ostensible comenzaron a desaparecer todos los síntomas, de tal suerte que sólo dos veces fueron suficientes para dejarlo por más de dos meses sin ningún medicamento; al cabo de los cuales se reanudaron hasta completar 10.

        El 18 de agosto del mismo año el Dr. J. Ramírez Ulloa dice en su informe radiológico: "... Estómago: Se llena como los de tipo ortotónico. Cámara de aire normal. No se observa líquido en ayunas. Forma, volumen y situación normales, sin deformaciones del contorno ni accidentes de las curvaturas. No hay dilatación del antro pilórico que INDIQUE PROCESO ESTENOSANTE. Duodeno ....no se observan sombras de nichos ulcerosos... 18 de agosto de 1945... Dr. J. Ramírez Ulloa."

        Hasta esta fecha desempeña eficientemente todas sus actividades y no tiene ningún régimen alimenticio; goza de perfecta salud.

 

HISTORIA CLÍNICA No. 4.

Sr. J. P. P., 47 años, 59kg de peso, 80mg de glicemia, 29 de septiembre de 1950.

        Tuvo disentería amibiana, fiebre de malta y toda su vida trastornos digestivos; desde niño está sordo del oído derecho.

        Hace un año y medio se acentuaron los trastornos digestivos indefinidos, el síntoma constante y más molesto ha sido la sensación de "inflación" de todo el vientre, que aumenta después de las comidas, parece que le queman el esófago y hace cerca de 2 meses tiene vómitos; en los últimos 15 días vomita todo y no se le queda en el estómago ningún alimento que ingiera por lo que ha perdido en este corto lapso 14kg.

        Facies angustiosa, hígado grande palpable en su borde, cuerda cólica derecha dolorosa. Tensión arterial Mx. 110 y .Mn. 85.

        El estudio radiológico efectuado por la Dra. Emma Rosa Coraminos Gálvez dice: "...Estómago muy grande, hipotónico con su fondo muy bajo en cubeta. Existe dolor a la presión en el sitio del bulbo duodenal que solamente se llena por presión manual. El peristaltismo está francamente disminuido, pero existe y LOGRA FRANQUEAR UN POCO EL PILORO... En las demás radiografías no fué posible encontrar ni ligeramente impregnado el bulbo duodenal... Radiológicamente Atonía Gástrica. ESTENOSIS PILORICA por posible úlcera duodenal. Dra. Emma Rosa Coromina Gálvez. 12 de septiembre de 1950."

        Los datos clínicos no bastan para hacer el diagnóstico de ESTENOSIS PILORICA; pero son bastante claros todos los que da el estudio radiológico, como se puede observar en las radiografías adjuntas.

        El 29 de septiembre se le hizo la primera aplicación; dos días después comenzó a tomar alimentos líquidos que ya no vomitó; y al tercer día sólidos que tampoco vomitó; a los 7 días se le hizo la segunda, y después de otros tantos la tercera, interrumpiendo cuando correspondía a la cuarta pues creyó el paciente que ya estaba sano; pero como se excedió en cantidad y calidad tuvo en el término de 15 días 3 vómitos que le causaron alarma, lo que hizo que reanudara los tratamientos con fecha 3 de noviembre.

        Con dos nuevas aplicaciones que lleva se ha acentuado más la mejoría. Esperamos que al terminar sin interrupciones una serie de 10 se le hagan los estudios radiológicos para darlo de alta o para continuar su curación.

 

HISTORIA CLÍNICA No. 5.

E. D. M. de 38 años de edad, 60kg de peso, 80mg de glicemia; maestra rural. El 4 de octubre de 1950 fué reconocida.

        Un hermano murió de úlcera duodenal,

        Sin causa aparente en 1941 intempestivamente sintió un intenso dolor de estómago, que le duró dos días, con unas inyecciones que le aplicaron desapareció y todo volvió a su anterior estado.

        En agosto de 1945 a media noche y también sin causa aparente, fué presa de vómito y dolor epigástrico, al amanecer tomó un purgante de aceite de ricino y estuvo algunos meses sin ningún malestar.

        En 1948 los vómitos fueron acompañados de intensísimo dolor abajo de las costillas por la región hepática; hicieron el diagnóstico clínico de Colelitiasis. Fué sometida durante 3 meses a leche, huevos y medicamentos para úlcera. Pero todo vomitaba y le producía un intenso dolor por lo que los últimos días de este régimen le aplicaban 6 ampolletas diarias de sedol. Cambiaron todo el régimen alimenticio por atoles sin leche y gelatinas con lo que hubo mejoría. Tomaron unas radiografías donde manifestaban que no había úlcera. Entonces en junio de 1948, fué operada encontrando sana la vesícula biliar; sólo había un "quiste" que obstruía la luz de los canales biliares. Otra vez se le volvió a dar huevos y leche soportándolos bien, cerca de un año, pues a fines de 1949 volvieron los vómitos y el dolor sin motivos que los provocaran. Se tomaron radiografías del estómago y del duodeno encontrándolo cicatrizado; pero a pesar de esto iba empeorando y a fines de septiembre y principios de octubre, durante un mes el dolor era igual de día y de noche y los vómitos los causaban todo lo que caía en el estómago. De hecho cerca de un mes estuvo sin ningún alimento; a los 15 minutos de ingerir líquidos o sólidos eran arrojados por la boca. La constipación se había acentuado. Había rebajado durante este tiempo, 20kg.

        Un continuo ¡ay! fué el saludo de esta paciente; ojos hundidos, muy pálida, con cara de sufrimiento. Arriba del ombligo había defensa muscular, el ligero contacto de la mano le aumentaba el dolor por cuyo motivo no se pudo hacer ninguna exploración en el vientre. P. A. 120/80.

        El estudio radiográfico dice: "Dr. Jorge Segura Millán... Cámara de aire pequeña. Ligera cantidad de líquido de estasis en ayunas, tránsito esofágico normal... estómago muy incurvado sobre el mismo y con porción prepilórica dilatada. En la pequeña curvatura se observa imagen en escuadra persistente durante la fase inicial de contractilidad gástrica, iniciadas en su intensidad mayor las contracciones desaparece la imagen anterior... Contracciones de iniciación y forma normales, de frecuencia e intensidad muy aumentadas, se observa segmentación gástrica por la intensidad de las mismas pero el vaciamiento no está en relación por OBSTÁCULO PILÓRICO. Bulbo posterior, pequeño, mal impregnado y de bordes poco netos, doloroso... El vaciamiento es retardado y en las fases terminales decrece la intensidad de la contractilidad y hay ligera dilatación principalmente antral... Ulcus duodenal bulbar de cara con microbulbo por retracción y periduodenitis, lo anterior motiva ESTENOSIS INCOMPLETA del píloro con dilatación antral hiperperistaltismo inicial para después hipotonía con relajación y estasis gástrica... Dr. Jorge Segura Milán."

        El 4 de octubre se le aplicó el primer tratamiento de la Terapia Celular, consiguiéndose casi la desaparición del dolor y la reanudación de las evacuaciones intestinales hasta el quinto tratamiento desapareció el vómito, empezando a comer carnes, leche, jugos, etc.

        Después de 15 tratamientos fué dada de alta, insistiéndole en que se tomara algunas radiografías para saber el estado de su enfermedad. Se retiró de la capital, volvió a su trabajo y en una de sus cartas dice: "... venía sufriendo por más de dos años cólicos muy fuertes debido a la úlcera que tenía en el estómago lo cual originó el cierre total del duodeno. ... actualmente estoy tomando todos los alimentos sin que me cause ningún malestar, muy a pesar de que antes de sus curaciones había estado por más de dos años a rigurosa dieta...

        Valga esta carta para enterarse del estado de salud de la enferma. E.D.M."

 

RESUMEN

        Presentamos cinco historias clínicas en donde tanto el estudio radiológico como el clínico nos demuestran que se trata de cinco ESTENOSIS PILÓRICAS. La primera y las tres últimas causadas por úlceras duodenales y la segunda por carcinoma del duodeno; una más en vías de curación.

        Los casos estenosantes por neoplasmas tienen variantes terapéuticos como se observó en el caso que referimos.

        Después de más de seis años de observación los enfermos se conservan en perfecto estado de salud; ahora uno tiene más de 6 años y los otros dos más de siete.

        En estas ESTENOSIS no ha sido necesaria ninguna intervención quirúrgica.

        El tiempo de curación empleado en la Terapia Celular no fué mayor de 3 meses sin interrumpir los enfermos sus costumbres habituales.

        Tenemos registrados más de 50 casos clínicos y radiológicos de esta enfermedad; pero como son enfermos no hospitalizados no se ha podido recoger ningún dato posterior; sólo sabemos que han quedado sanos.

        No existe antes, durante y después de este tratamiento, ningún peligro para la vida o para alguno de los órganos. Si el diagnóstico es incorrecto, la aplicación de esta terapéutica nunca es ofensiva siguiendo todos los lineamientos de la técnica ya consagrada.

 

CONCLUSIONES

I.— Como se demuestra en este trabajo, hay pues otro procedimiento inofensivo —no quirúrgico— para tratar las ESTENOSIS PILÓRICAS, que debe ensayarse por los médicos especializados en estas enfermedades para que aporten sus observaciones.

a) — Sistemáticamente en cuanto se haga el correcto diagnóstico de ESTENOSIS debe ponerse en práctica este sistema curativo y si falla ir a la operación como último recurso.

b) — Debe seguirse por más tiempo la observación de estos enfermos para asegurar la radicalidad de la curación. Aun siendo temporal esta curación cada vez que volviera el paciente con los mismos síntomas o parecidos, puede aplicarse este sistema curativo.

II.— Puesto que la verdadera etiopatogenia de las ESTENOSIS PILÓRICAS se encuentra fuera de las mucosas afectadas, POR SER ENFERMEDADES GENERALES CON DETERMINISMO LOCAL, todos los tratamientos en boga, médicos y quirúrgicos sólo son paliativos temporales.

III.— Por ahora podemos decir que como este tratamiento tiene acción sobre el mayor número de causas, debe ser considerado como el verdaderamente ETIOPATOGENICO y por lo tanto el más racional para el tratamiento de la ESTENOSIS PILORICA.

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